Después de la “millonésima” solicitud de Estée, Robert Fisk, el jefe de compras de cosmética de Saks Fifth Avenue, accedió finalmente a realizar el primer pedido de sus productos, por un importe de 800 $, 
para ser exactos, en 1946.

Para anunciar su llegada a los grandes almacenes de lujo, Estée envió elegantes tarjetas blancas con letras doradas para informar a la lista de clientes preferentes del establecimiento de que ofrecería gratuitamente unos polvos a base de crema con cada compra. En dos días se vendió la totalidad de las existencias y nació el concepto de marketing “regalo con compra” del sector.

Después de la “millonésima” solicitud de Estée, Robert Fisk, el jefe de compras de cosmética de Saks Fifth Avenue, accedió finalmente a realizar el primer pedido de sus productos, por un importe de 800 $, para ser exactos, en 1946.
Para anunciar su llegada a los grandes almacenes de lujo, Estée envió elegantes tarjetas blancas con letras doradas para informar a la lista de clientes preferentes del establecimiento de que ofrecería gratuitamente unos polvos a base de crema con cada compra. En dos días se vendió la totalidad de las existencias y nació el concepto de marketing “regalo con compra” del sector.

Después de la “millonésima” solicitud de Estée, Robert Fisk, el jefe de compras de cosmética de Saks Fifth Avenue, accedió finalmente a realizar el primer pedido de sus productos, por un importe de 800 $, para ser exactos, en 1946.
Para anunciar su llegada a los grandes almacenes de lujo, Estée envió elegantes tarjetas blancas con letras doradas para informar a la lista de clientes preferentes del establecimiento de que ofrecería gratuitamente unos polvos a base de crema con cada compra. En dos días se vendió la totalidad de las existencias y nació el concepto de marketing “regalo con compra” del sector.