Convencida de que las mujeres europeas daban tanta importancia al rostro como daban a la moda, Estée lanzó su marca en Harrods, Londres, en 1960, después de varios años tratando de convencer a su responsable de compras. Después, vinieron las Galerías Lafayette en París, donde tuvo lugar el famoso derrame en el suelo de Youth-Dew por parte de Estée, lo que propició que las clientes preguntaran sobre el embriagador aroma y se le hiciera un lugar entre los stands. “Más tarde se diría que lo hice a propósito. Nunca lo contaré”, aseguraba.

La marca se expandiría a los mercados emergentes de Moscú en 1981 y Shanghái en 1993. En la actualidad, Estée Lauder se vende en más de 150 países de todo el mundo.